En busca de un padre
Una mañana, de camino al colegio, Akim se detuvo para contemplar su reflejo en una ventana. Su uniforme estaba polvoriento y arrugado por el uso excesivo.
Mientras se acomodaba el abrigo, levantó la mirada. Se examinó el rostro. La expresión despreocupada que cabría esperar en una niña de 13 años brillaba por su ausencia mientras murmuraba para sí misma: «No soy lo suficientemente guapa».
Durante toda su vida, a Akim le habían mentido sobre quién era. Por eso era fácil entender por qué había desarrollado esa imagen de sí misma, aunque fuera falsa.
Akim nunca conoció a su padre. Ni siquiera había visto una foto suya. Murió cuando ella era pequeña y su abuela era la única madre que había conocido. Esto le había hecho sentir que no era querida y que no merecía amor.
Se secó una lágrima y siguió caminando.
Se dirigía a algo que su amiga llamaba «Spark Event» (Evento Chispa). La lección de esa noche formaba parte de una serie de doce lecciones que los socios de ShareWord Global realizan con el fin de enseñar a los jóvenes la verdad del evangelio.
Todo el evento la ponía nerviosa. No quería aprender sobre Dios. No quería saber por qué Él la había hecho así.
Pero fue de todos modos.
En el evento, estaba rodeada de niños de su edad y, mientras escuchaba las palabras de los maestros, ocurrió algo especial.
Akim sonrió.
«Nos enseñaron que Dios nos creó, y eso me daba mucho miedo porque, cuando me miraba al espejo, solía pensar que no era bonita», dijo Akim con la misma sonrisa en el rostro.
«Descubrí la revista Chispa y me cambió la vida. Me dijeron que, en el principio,Dios creó el cielo... y que creó a los seres humanos a su imagen y semejanza. Eso me hizo muy feliz. Me hace sentir hermosa y orgullosa de mí misma. ¡Creo que Dios está en mí!
Ahora, Akim sabe que su verdadero valor no proviene de su apariencia, ni siquiera de lo que los demás piensan de ella. Su valor solo proviene de lo que su Padre Celestial piensa de ella.
