Una familia se vuelve a Jesús
El Evangelio lo cambia todo y está cambiando vidas en todo el mundo.
Recientemente, en Cuba, nuestro equipo estaba formando a creyentes en una iglesia local para compartir eficazmente el Evangelio.
Fue entonces cuando conocieron a María.
Su familia había pasado por un momento difícil. A su sobrino de seis años le habían diagnosticado autismo, y eso había afectado a su familia. Además de su estrés personal, María llevaba bastante tiempo contándole a su familia las Buenas Nuevas sobre Jesús, pero no respondían. El grupo planeaba llevar su formación a la práctica compartiendo el Evangelio en las calles. Pero la lluvia les impidió salir. Fue entonces cuando a María se le ocurrió una idea.
«Quiero que vengáis conmigo a hablar de Cristo con mi familia», dijo a algunos de los formadores del evento. «Les he estado hablando de Jesús, pero no responden. ¡Si tan solo dos de vosotros venís conmigo, sé que lo harán!».
Cuando llegó a su casa, allí estaban su madre, su hermana, su cuñado y su sobrino de 12 años. El equipo se sentó y comenzó a contarles las Buenas Nuevas de Jesús. «Todos oraron para recibir al Señor, y todos vendrán a la iglesia el domingo», dijo. «Estoy muy emocionada porque hoy ha sucedido algo muy especial. He podido ver cómo personas que han rechazado el Evangelio durante tanto tiempo llegan a conocer a Cristo. Muchas gracias por su ayuda. Dios nos ha dado mucho a través de ustedes».
Imagínense el impacto que esta nueva familia de creyentes tendrá en su comunidad en Cuba. ¡Dios está haciendo cosas increíbles!

El Evangelio lo cambia todo y está cambiando vidas en todo el mundo.
Recientemente, en Cuba, nuestro equipo estaba formando a creyentes en una iglesia local para compartir eficazmente el Evangelio.
Fue entonces cuando conocieron a María.
Su familia había pasado por un momento difícil. A su sobrino de seis años le habían diagnosticado autismo, y eso había afectado a su familia. Además de su estrés personal, María llevaba bastante tiempo contándole a su familia las Buenas Nuevas sobre Jesús, pero no respondían. El grupo planeaba llevar su formación a la práctica compartiendo el Evangelio en las calles. Pero la lluvia les impidió salir. Fue entonces cuando a María se le ocurrió una idea.
«Quiero que vengáis conmigo a hablar de Cristo con mi familia», dijo a algunos de los formadores del evento. «Les he estado hablando de Jesús, pero no responden. ¡Si tan solo dos de vosotros venís conmigo, sé que lo harán!».
Cuando llegó a su casa, allí estaban su madre, su hermana, su cuñado y su sobrino de 12 años. El equipo se sentó y comenzó a contarles las Buenas Nuevas de Jesús. «Todos oraron para recibir al Señor, y todos vendrán a la iglesia el domingo», dijo. «Estoy muy emocionada porque hoy ha sucedido algo muy especial. He podido ver cómo personas que han rechazado el Evangelio durante tanto tiempo llegan a conocer a Cristo. Muchas gracias por su ayuda. Dios nos ha dado mucho a través de ustedes».
Imagínense el impacto que esta nueva familia de creyentes tendrá en su comunidad en Cuba. ¡Dios está haciendo cosas increíbles!