Ama a tu prójimo
¿Conoces a tus vecinos?
¿Sabes sus nombres o son alguien a quien simplemente le sonríes y asientes educadamente cuando ambos están en la entrada de casa? ¿O mientras cortas el césped?
¿Y la gente que vive al lado de tu iglesia? ¿Los conoces?
Beatrice vive al lado de una iglesia en su pueblo de Kenia. Pero nadie lo sabía. Nadie de la iglesia se había molestado en visitarla, aunque la veían todo el tiempo.
Tiene una discapacidad física, por lo que es difícil no verla. Y como madre soltera de dos adolescentes y una niña pequeña, su casa siempre está llena de gente. Pero no lo suficiente como para llamar la atención de sus vecinos, al parecer.
Para mantener a su familia, que vive en la pobreza, Beatrice se obligó a sí misma a dirigir su propio pequeño negocio, a pesar de sus limitaciones físicas. Trabaja a diario en el mercado, con la esperanza de ganar lo suficiente para poner una comida en la mesa esa noche para su familia.
Fue aquí donde los creyentes formados por ShareWord Global conocieron a Beatrice. Empezaron a conversar con ella y compartieron la esperanza del Evangelio. Pero ella se fue temprano del mercado. Había disturbios políticos en la zona y temía por su vida más que por el hambre de su familia esa noche.
Fue entonces cuando los creyentes se enteraron de que eran vecinos, que Beatrice había vivido al lado de su iglesia y nunca se habían acercado a ella antes. Se dieron cuenta de que si hubieran tenido recursos y formación antes, habrían tenido el valor de hablar con Beatrice antes.
Los miembros de la iglesia abrazaron a Beatrice mientras lloraba. Por fin sintió el amor y el apoyo que tanto había anhelado. Fue vista por primera vez. En ese momento, entregó su vida a Cristo y se dedicó a servirle. Le dieron un ejemplar de la revista Hope para que lo leyera y lo compartiera con su familia.
Y todos prometieron verse ese domingo, y cada uno después de eso, en la iglesia de al lado.
